Asturias cuesta abajo: apostillas a una Declaración

Como todos los años, éste bajo el encabezamiento «25 de mayo: Asturias sigue cuesta abajo» la Junta Carlista del Principado ha hecho hoy pública su Declaración del Veinticinco de Mayo:

Hace doscientos cuatro años «deliberó la Junta con asistencia del Real Acuerdo, y por el que se celebró en el día de hoy, llevar á efecto el armamento del Exército Defensivo Asturiano, en obsequio de la Religión, de la Patria, y de la común felicidad». La Junta General del Principado de Asturias —la verdadera, la destruida por el liberalismo y el constitucionalismo y ahora burlada por el «Estatuto de Autonomía»— se alzó por Dios, por la Patria y el Rey, contra la Revolución francesa encarnada y operante en las tropas de Napoleón, promotor de la primera Unión Europea; la misma que hoy nos ataca desde Berlín y Bruselas, mediante sus sucursales en Madrid y en Oviedo.

En Oviedo, el Parlamentín que suplanta a la Junta General acaba de elegir a un nuevo agente de Michel Ney, en la persona del socialista Javier Fernández, para hacer como que encabeza los destinos de nuestra pobre región. Tras un año de confusión y fracaso anunciados y buscados, con dispendio electoral repetido por en medio, vuelve la coalición del PSOE e Izquierda Unida más algún aliado ocasional. Aliado que en esta ocasión es el recién estrenado diputado de «Unión, Progreso y Democracia», engendro jacobino que en Estrasburgo apoya la disolución de los estados nacionales en beneficio de un nuevo estado-nación europeo, y en Oviedo pide la supresión de concejos asturianos y el cierre definitivo de las minas de carbón. Entretanto se ha perdido hasta la Caja de Ahorros de Asturias. El futuro se presenta negro, al ritmo de La Marsellesa.

La Junta Carlista del Principado, que es sucesora y heredera de la Junta General del Principado de 1808, hace anualmente una declaración institucional en esta misma fecha. Como en aquella primera, la situación es hoy casi desesperada. La única esperanza que a los asturianos les queda es la lucha, agrupados bajo la bandera de la Santísima Virgen de Covadonga, contra el legítimo sucesor de José Bonaparte, Juan Carlos, contra el sistema corrupto que éste encabeza y contra sus sicarios entre nosotros.

Oviedo y Mayo 25 de 2012.

Pues sí. La «nueva» situación política autonómica que se ha inaugurado esta semana promete rizar el rizo de la contradicción. A la renovada coalición entre socialistas y comunistas (IU) se suma el puro oportunismo de UPyD, partidillo defensor de todo lo malo y también de lo contrario. Representativos de ese caos son tanto el abogado gijonés José Ignacio Prendes Prendes (un «objetor de conciencia», o sea, uno que en su día se negó a hacer el Servicio Militar obligatorio, representante en Oviedo del partido-pasarela de la Rosa Díez, supuestamente nacionalista española al son de «Allons enfants de la patri-ie») como el catedrático marroquí (del Marruecos español) Francisco Sosa Wagner, representante del mismo conglomerado en Estrasburgo-Bruselas y ahora entusiasta de la supresión de España en beneficio de la Europa-IV Reich.

La cosa es que el presidente del Gobiernín y el grupo en minoría mayoritaria son, como es sabido, de la FSA-PSOE, pero principalmente del sector socialminero (SOMA-UGT). ¿Cómo van a entenderse con un diputado/partido que repetidamente ha exigido, en plan neoliberal, el cierre definitivo de las minas de carbón?

Los sindicatos (no representativos, pero sí caciquil y terroristamente dominantes en las Cuencas) andan ahora revueltos (dicen) contra el Gobierno (supuestamente) de España y su europeo cierre de la minería. Gobierno del PP. Vaya: si la memoria no engaña, el SOMA-UGT (José Ángel Fernández Villa, sindicatos verticales, confidente de la policía franquista, etc.) tenía estrechos lazos con el Alcaldón de Oviedo y ahora Delegado del Gobierno en Asturias Gabino de Lorenzo Ferrera. Claro que también con el exvicepresidente del Gobierno de «la nación» por el PP y meteórico expresidente del Gobierno autónomo (que le ha durado menos que sus sucesivos «matrimonios») Francisco Álvarez-Cascos Fernández.

Por otra parte, puede ser casi un alivio que Fernández Fernández y Fernández Villa recuperen poder. Son comparativamente menos corruptos que la banda arecista de presbíteros secularizados, estalinistas y trotskistas reciclados y aberrosexualistas sin reciclar; aunque, si hacemos memoria, también estaban metidos hasta las cachas en los manejos arecistas. Metidos también andaban y andan sus colegas de Izquierda Unida y aledaños, que ahora se pegan al sector socialminero encantados de la vida, a seguir parasitando el presupuesto y acaparando cargos, prebendas y sinecuras. Y de paso impulsando su agenda asturchale, que en algo hay que pasar el tiempo.

Pero, un momento: ¿asturchales en coalición con jacobinos centralistas de «Unión, Progreso y Democracia» y con anti-asturchales de la FSA-PSOE sector SOMA-UGT? Claro que éstos apoyaron discretamente (y no tan discretamente) al PP-FAC pro-asturchale. ¿Socialmineros y comunistas CC.OO. en coalición con cierra-las-minas-ya?

Pues sí. Estamos en manos de la banda más cínica y contradictoria desde el Frente Popular de 1936-1937. Dios nos coja confesados. ¡Asturias nunca vencida!

1 comentario

Archivado bajo 02.- Gijón, 03.- Comarca, 05.- España, Bablúa, Justicia social, Medio ambiente, Política local

Una respuesta a “Asturias cuesta abajo: apostillas a una Declaración

  1. Remitida por la Junta Carlista del Principado de Asturias:

    DECLARACIÓN DEL VEINTICINCO DE MAYO

    Hace doscientos cinco años «deliberó la Junta con asistencia del Real Acuerdo, y por el que se celebró en el día de hoy, llevar á efecto el armamento del Exército Defensivo Asturiano, en obsequio de la Religión, de la Patria, y de la común felicidad». Palabras que dejan claros el espíritu y el propósito de la Junta General del Principado de Asturias al declarar la guerra a Napoleón: declaraban la guerra contra la Revolución, contra el liberalismo, contra Europa; declaraban la guerra por Dios, por la Patria y el Rey.

    En cruel contraste con la Asturias de hoy, donde en medio de la mayor devastación social, económica, cultural y religiosa desde la última guerra, aún se pasea en triunfo al hijo y presunto heredero del actual sucesor de José Bonaparte: Juan Carlos, jefe de Estado constitucional. De una constitución que no es la histórica de España, como quería Jovellanos, sino otra versión rehecha más del Estatuto de Bayona o «Acte Constitutionnel de l’Espagne» de 1808.

    La sujeción de los asturianos actuales a las instituciones europeas, a la Constitución de 1978 con sus reformas y sus estatutos, a una familia de usurpadores involucrada en toda forma de corrupción y a unos partidos políticos —los afrancesados de hoy— que sirven a todo ello, no sólo representa deshonor: es también nuestro suicidio como pueblo.

    En 1808 nuestros antepasados no quisieron «admitir esta dura ley represiva de su libertad … y creyendo ya indicada en ella la esclavitud, a que con ofensa de la Religión, del Rey y de la Patria, le disponía … la abominable y negra perfidia de Napoleón, Emperador de los Franceses, por la disfrazada prisión de nuestro Rey Fernando el VII, y toda la familia de Borbón en el interior de la Francia», se alzaron y declararon la guerra.

    Hoy no está prisionera la Familia Real, pero sí exiliada, también en el interior de Francia. En contraste con Juan Carlos y los suyos, Asturias y España entera tienen en el legítimo Regente, S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, al hombre que tiene la capacidad, formación y ánimo capaces de sacarnos de nuestra postración y de encabezar nuestra recuperación; además de contar con la legitimidad de la que carece el actual Jefe de Estado, quien detenta ilegalmente el título de rey por capricho de un general y por imposición del extranjero.

    Quiera la Santísima Virgen de Covadonga obtenernos por su mediación que Dios sacuda las conciencias de los asturianos y les evite caer al abismo hacia el que corren.

    Por Dios, por la Patria, por los Fueros y por el Rey legítimo. Oviedo y Mayo 25 de 2013.

Deja un comentario