Jugando al Parchís con la historia

Tanto El Comercio como La Nueva España, por citar los dos periódicos principales, publican hoy en su edición impresa la noticia de los hallazgos arqueológicos en las caras e innecesarias obras que han desolado la Plaza del Parchís con el fin de construir un aparcamiento más. La izquierda plural consistorial ha tenido tiempo de repasar su versión, que los diarios reproducen dócilmente, aplicados a minimizar la importancia de lo hallado. Porque lo que ayer quedaba claro en las ediciones electrónicas, es que los descubrimientos arqueológicos les importan bien poco (el Gijón de antes de Álvarez Areces y Mapi no es para ellos más que un recuerdo molesto, que prefieren suprimir, a no ser que se trate de algo remoto que les permita destrozar y lucirse). Las negritas son nuestras:

Hallados restos arqueológicos del siglo XVI bajo la Plaza del Parchís
Monedas del siglo XVI, parte de un acueducto y algunas pipas de fumar de caolín probablemente del siglo XVII forman parte del yacimiento que ha sido localizado
14.10.09 – 16:10 – EFE | GIJÓN

Un yacimiento de restos arqueológicos probablemente del siglo XVI ha sido hallado en el subsuelo de la plaza del Parchís, en el centro de Gijón, donde se construyen plazas de aparcamientos subterráneas.

El concejal de Cultura, Justo Vilabrille, ha confirmado hoy el hallazgo y ha considerado «improbable» que se paralicen las obras, aunque ha destacado que las competencias para tomar decisiones sobre este asunto las tiene el Principado de Asturias.

Monedas del siglo XVI, parte de un acueducto y algunas pipas de fumar de caolín probablemente del siglo XVII forman parte del yacimiento que ha sido localizado en una zona próxima a la calle de San Bernardo en las excavaciones realizadas como parte de la obra de construcción.

Vilabrille ha asegurado que todo lo relativo a los yacimientos arqueológicos «lo lleva la Consejería de Cultura» y ha considerado «algo normal» que se encuentren restos de valor histórico en la ciudad.

Es tan «normal» que nos lo cargamos, como siempre. No se vayan a impacientar los promotores de obra pública, amigos subvencionados y subvencionadores.