Mejor ponemos primero la causa de nuestro temor. La Nueva España de hoy:
Cimadevilla encara un nuevo ciclo urbanístico con Tabacalera y la venta del San Eutiquio
Un grupo inmobiliario gijonés se ha interesado por adquirir el edificio de Formación Profesional, próximo a la antigua fábrica de cigarros
V. E. / D. O.
Cimadevilla encara la más grande trasformación urbanística de su historia reciente, tras el desarrollo de su plan especial, con gran proyecto municipal para Tabacalera y la transformación en zona residencial del centro de Formación Profesional de San Eutiquio.
Los vecinos de Cimadevilla observan con interés las obras en el seno de la fábrica de tabacos, que marcó la historia del barrio hasta el cese de la producción, el 31 de julio de 2002, que puso punto final a una historia que comenzó en 1843. Ese año la fábrica de cigarros se instaló en el antiguo convento de las Madres Agustinas. Ahora se lleva a cabo la demolición parcial de la factoría, que acogerá un nuevo complejo cultural municipal.
Además, aseguran, se ultiman los trámites para el traslado de los hermanos de La Salle a otra zona de la ciudad, con lo que se reanuda la posibilidad de otro gran cambio urbanístico en el cerro. Un grupo inmobiliario y constructor gijonés negocia con la propiedad del aún centro de «los baberos» la construcción de viviendas y aparcamientos, confirmaron responsables municipales. El inmueble de La Salle pertenece a la Fundación San Eutiquio, que preside el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta. La parroquia también realizará una obra que supondrá un cambio en el hasta ahora hogar de la tercera edad o centro de día, que gestionaba el Principado, y que ha revertido, tras el final del alquiler, a la parroquia.
Está claro, ¿no? Da miedo lo que puedan hacer con el antiguo convento de las Madres Agustinas (véase lo que hacen con la Universidad Laboral). Da más miedo aún que un grupo inmobiliario se interese por el edificio de la Fundación San Eutiquio. Los hermanos de La Salle, que con los baberos abandonaron también la vocación religiosa y hasta la Fe católica, se plegarán seguramente a lo que decida Monseñor Javier Gómez Cuesta, ex vicario general de la diócesis (de nefasta memoria), quien está a partir un piñón con la izquierda plural municipal; la cual está, a su vez, a partir un piñón con los especuladores urbanísticos, promotores e intermediarios. ¡Pobre Cimadevilla! Desde que el arquitecto municipal Francisco Pol destrozó el barrio, las cosas van de mal en peor. Viejo Gijón falsificado y desfigurado, como el viejo Oviedo (no en vano Francisco Pol es carbayón).
De un ayuntamiento que está perpetuamente en guerra contra el concejo que desgobierna, se pueden esperar las peores ocurrencias. Veremos. De momento hay pocas indicaciones:
Los usos para la antigua factoría de tabacos, pendientes de la decisión municipal
Los usos para el antiguo edificio de Tabacalera están pendientes de la decisión de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Gijón. De momento el Consistorio gijonés ha destinado 700.000 euros en los presupuestos municipales para este año para el estudio de la rehabilitación, el proyecto arqueológico y el plan de usos de la fábrica de tabacos de Cimadevilla, que en parte de sus terrenos incluye el antiguo convento de las Madres Agustinas.
De momento, se están acometiendo los trabajos de derribo de todas las naves e instalaciones que se fueron adosando con el transcurso del tiempo al inmueble originario de la congregación religiosa. Estas obras servirán para analizar con exactitud con qué espacio se cuenta para desarrollar el proyecto cultural, que aún está por definir y que deberá perfilarse a lo largo del presente año.
En la actualidad la fábrica de tabacos ocupa 12.469 metros cuadrados, de los que 5.820 corresponden a superficie construida del convento y los 6.649 restantes, al resto de edificaciones añadidas.
El gobierno local de PSOE e IU ha hecho un llamamiento a las grandes empresas con presencia en Gijón para que colaboren económicamente con el proyecto cultural en la antigua fábrica de cigarros.
La concejalía de Urbanismo avanzó que con el derribo de parte de las instalaciones de la antigua fábrica de tabacos se permitirá que se habilite una calle para el paso de vehículos que comunique las calles Sebastián Miranda y Honesto Batalón, mejorando la fluidez del tráfico en un barrio de calles estrechas y de difícil tránsito para los vehículos. Sin embargo, esta opción dependerá del resultado que arrojen los estudios técnicos sobre el solar que va a quedar despejado con los derribos. La habilitación de una nueva calle es una demanda que los vecinos del barrio alto cursaron al Ayuntamiento el año pasado.
Un ejemplo de cómo se han hecho las cosas desde el principio de la larga noche municipal socialista: la capilla de la Trinidad y el palacio adyacente, hoy Museo Barjola. El PSOE fue el responsable de la quema y/o voladura de los templos gijoneses en 1936 (ya se habían estrenado con el incendio de la Iglesiona en 1930). Decidieron completar el trabajo. La capilla de la Trinidad, barroca, había sobrevivido con pocos daños, por estar cerrada al culto entonces. Así que… la derribaron. Sólo quedó la fachada y un poco de la volumetría interior. Por detrás dejaron recuerdo de su pésimo hacer y peor gusto, con una pared de hormigón propia de búnker. Una lectora lo recuerda en El Comercio de hoy, «La Columna» (antaño «Columna de Gijón»):
María Josefa Mestre se acerca a La Columna para pedir al Ayuntamiento que arregle la fachada del Museo Barjola: «Quiero preguntar a quien corresponda cómo es posible que haya subvenciones para arreglar el muro y para que se hagan todo tipo de eventos culturales y artísticos, y sin embargo se tenga desde hace años la parte posterior del Museo Barjola con una fachada que parece una cárcel o un almacén. Lleva así desde que se rehabilitó y está en pleno centro de Gijón. Mientras tanto, se habla de rehabilitar las fachadas de los edificios. Una cosa tan sencilla como acondicionar este muro podría subvencionarse perfectamente y además se podría hacer que una serie de artistas lo decoren, porque realmente es horrendo».
No, por favor: que no lo decoren. Sería peor.
Nuestro miedo de ayer era justificado. Véase hoy El Comercio:
El actual edificio de la Fundación San Eutiquio es ciertamente un monumento al feísmo. Pero lo que ahora vuelve a plantearse es construir viviendas en su solar. Por eso la siguiente parte de la noticia en El Comercio de hoy suena a cínica propaganda, una vez más:
Día a día los temores se van confirmando. Para sustituir al «monstruo», Francisco Pol ya había previsto edificios más altos… El Comercio de hoy:
Cada día da más miedo. La bestial especulación con la vivienda y el suelo, bendecida por la izquierda plural y sus aliados parroquiales y ex baberos. El Comercio de hoy:
Y en La Nueva España:
En La Nueva España hoy:
Hoy en «Escandalera», El Comentario TV:
Menos mal que queda constancia escrita de lo que fue el convento y colegio de las Madres Agustinas y ya no es (gracias a la Unión Europea) ni fábrica de tabacos. Porque al edificio, como Voluntad apuntaba hace ya unos años (véase más arriba) le pintan bastos, parece que ahora en manos de los [ir]responsables de los museos municipales. Y a las agustinas, ahora en Somió, en manos de una superiora obtusa y un capellán modernista, les espera la extinción. La Nueva España: