Hasta hace no muchos años los gijoneses, como todos los españoles, destacaban por su dignidad y decoro en el vestir. Ahora en cuanto sale el sol se quedan medio desnudos encima de cualquier cacho de hierba, como si fuesen europeos o de otros pueblos igualmente incivilizados. Empezamos así porque hoy lo hemos visto, otra vez, y por el contraste con antepasados nuestros como los que aparecen en la foto que ilustra esta entrada.
San Pedro era pescador, como todo el mundo sabía antes de la LOGSE y de los nuevos textos de enseñanza de religión. Así que esta noticia de La Nueva España es relevante, y alarmante:
Pescadores asturianos denuncian la venta de túnidos del Mediterráneo como si fueran del Cantábrico
Oviedo, Ángel FIDALGO
Pescadores asturianos denunciaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA que se está dando «gato por liebre» en la venta del bonito de esta costera, y aseguraron que en determinados puntos de venta, sobre todo en algunas grandes superficies comerciales, se presenta como bonito del Norte el que viene del Mediterráneo o el que fue capturado con artes pelágicas por la flota francesa, ambos de una calidad muy inferior al del Cantábrico. Así lo aseguró el vicepresidente de la Federación Asturiana de Cofradías de Pescadores y patrón mayor de Luarca, José Antonio Fernández, que pidió a las autoridades que extremen los controles en todos los puntos de venta.
Fernández animó también a los consumidores a que reparen en el origen del bonito que compran, comprobando el etiquetado y, sobre todo, su calidad. «Hay muchos bonitos que llegan tan blandos que no se pueden ni cortar, y ésos no son los que pescamos la flota del Cantábrico», advirtió el representante de los pescadores asturianos.
Para empeorar más las cosas, los precios continúan bajando en lonja, mientras que en las pescaderías se mantiene una diferencia importante. «¿Cómo puede ser que nosotros, los pescadores, lo estemos vendiendo a seis euros el kilo en lonja y en las pescaderías a diez?», se preguntó José Antonio Fernández, que calificó de «vergüenza» esta diferencia tan notable de precios.
Y las perspectivas para la próxima semana son aún peores, ya que se teme que el kilo del bonito del Norte pueda bajar incluso a los tres euros. «Pero esperemos que esto no ocurra porque la costera dejaría de ser rentable para nosotros si el precio se sitúa por debajo de los siete euros el kilo», afirmó. Los gastos necesarios de combustible, de Seguridad Social y también de víveres la harían inviable. «Si en una marea de un mes cada pescador no gana entre dos y tres millones de pesetas, eso en una buena costera, esta pesquería dejaría de ser rentable para nosotros», ya que con ella tienen que compensar los períodos de inactividad por mal tiempo y otros en los que realizan muy pocas capturas.
Malas previsiones
Y aunque los pescadores de todo el Cantábrico mantienen la esperanza de que esta costera del bonito les sirva para paliar, al menos en parte, el «desastre» de la otra costera más importante, la del bocarte, que la mala situación de la pesquería obligó a interrumpir, los pronósticos meteorológicos no barruntan ahora nada bueno para el bonito.
Y es que para el inicio de la próxima semana se anuncia otra borrasca que puede impedir faenar con normalidad, y que se unirá a las que se vienen sucediendo todo este mes.
¿Se imaginan un Gijón sin bonito y sin oricios?
Pues entre hipermercados, europeos, moros y chinos lo van a conseguir.
Tradición Astur
Voluntad
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