La voracidad recaudatoria de los ayuntamientos democráticos ha extendido a hórreos y paneras el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Ello a pesar de que el derecho consuetudinario asturiano, y el sentido común que tan bien queda reflejado en él, los considera bienes muebles. Esta medida viene a sumarse a una normativa enloquecida y enloquecedora y pone a nuestros hórreos en serio peligro de desaparición, como hace unos días destacaba hasta El Confidencial madrileño.
Ese peligro es grave en Gijón, y parecido puede decirse de los concejos limítrofes. Izquierda Unida de Gijón (olvidando angelicalmente su complicidad en la destrucción masiva de hórreos en el municipio) ha sorprendido con una propuesta bastante sensata: la de dejar exentos de IBI a hórreos y paneras de más de cien años. Extrañamente pacata, sin embargo, viniendo de un partido político tan dado a estridencias. Todos los hórreos y paneras deben quedar exentos de IBI.
¿Queda algo nuestro, de lo poco que nos han dejado, que no peligre bajo este régimen voraz, desvergonzado y torpe de Foro + Podemos + PP + PSOE + C’s + IU etc.?